jueves, 28 de abril de 2016



Título: la máquina (erótica)  (no es el titulo que quiero)

Línea de investigación: Este proyecto se deriva de una línea de investigación que fomalicé a principios de semestre pero que inicié desde séptimo; se trata de comprender cómo las máquinas, son representaciones de lo humano y de como han ido de la mano con el devenir, entrelazandose con lo social, lo corpóreo y lo espiritual. En la actualidad los avances tecnológicos son sorprendentes, la fusión del hombre con la tecnológía ha reestructurado al individuo, dotándolo de extenciones y replicas de sus propias capacidades: ver, escuchar, desplazarse, sumergirse, en fin, tantos que pareciera que todo el cuerpo humano puede replicarse, (IA, cyborg, robot,etc). Pero hay algo, que no se ha podido lograr, a pesar de los muchos avances técnicos que se ha tenido en ese campo, tanto en la genética como en la superación de lo humano a partir de la tecnología; todavía hay una característica, que no se ha podido replicar: la conciencia. Trasladar el cuerpo orgánico a un sustrato digital para sobrepasar los límites biológicos, manipulando las capacidades cognocitivas para construir nuevos modelos de seres humanos, significaría la separación de la mente y el cuerpo, o mejor dicho, la extracción de los procesos del pensamiento. La cuestión de la conciencia permite, a partir de la introducción de temas de carácter espiritual y ontológico replantear la noción de subjetividad. La propuesta artística en un principio fue la Máquina Oráculo, que es el proyecto central. Sin embargo en las lecturas que he realizado, he encontrado otras líneas de investigación que se derivan del proyecto principal, abordando el polémico tema sobre si las máquinas pueden llegar a tener conciencia. Se trata de la linea q﷽﷽﷽﷽e la la lbeael proyecto de la Mel laboratorio Arte Alamdealizado, sobre todo, en las referencias histínea que se rastrea  de esta forma, esbozada por Manuel Felguérez: Si las máquinas pueden pensar, las máquinas pueden crear. Por la tanto si una máquina puede crear entonces puede amar; puede elaborar un sistema de sentimientos hacia sí, como lo intentó Alan Turing cuando escribe el poema de la Mark 1.[1] ¿Si las máquinas pueden amar entonces pueden incorporar un sistema de intuciones que permitan entender la naturaleza de la Fe?


1. Planteamiento del problema
Me interesa entender cómo subjetivamos a las máquinas, esa proyección de lo humano en la máquina, que una vez que se replica parecería señalar que hay más datos para comprender la naturaleza humana. Los ejemplos que me dejaron claro esto fue,  en las referencias históricas en la compilación de textos del Ready Media, editado por el laboratorio Arte Alameda en el artículo de Villegas, el proyecto de Eliza y el proyecto de Manuel Felguérez. Bajo esta línea de las tecnologías afectivas, me interesa abordar un prototipo que permita entender si la máquina puede crear un sistemas de sentimientos, como una especie de autoerotización cuya disposición se detoné a partir de la presencia con el espectador. Esta planteamiento me interesa porque me da pistas para entender cómo abordar la máquina oracular, pues no quiero que sea una máquina predictiva, como esas a las que les pones las manos y te da tu suerte, o como si fuera una máquina de galletas de la suerte. Más bien intentaré entender cómo puedo abordar una forma más compleja que me ayude a entender cómo es que tenemos fe, y como es que el oráculo es siempre tan presente aún en la vida moderna, pienso por ejemplo en el I Ching. Esta última línea me interesa más como proyecto de titulación y su deriva, que es la Máquina erótica, es el proyecto que decidí para octavo. Los dos vienen de una línea de investigación que se ha ido complejizando. 

 2. Aspectos contextuales específicos

Las condiciones sociales actuales en las que el hombre se ha visto inmerso a partir del surgimiento de otras realidades impulsadas por dispositivos digitales, me han llevado a reflexionar sobre las subjetividades que se crean a partir del impacto informático y su inserción en el mundo contemporáneo. Actualmente asistimos a la superación y modificación del cuerpo y de la mente humana, manipulando las capacidades cognoscitivas para construir nuevos modelos de seres humanos, lo cual refleja una distorsión física, psicológica y simbólica del individuo. Estas reflexiones derivaron en un trabajo de investigación teórico y práctico, el cuál ha sido abordado desde cuatro vertientes: el orden de la percepción y procesos cognitivos, cuestionamientos ontológicos, corporalidad y procesos de culturalización. He trabajado, en estudio teórico, las implicaciones del cuerpo y sus modificaciones, de manera teórica me interesa tanto la genética como la superación de lo humano a partir de la tecnología, la figura del avatar, la descorporalización, la multiplicidad de tiempos y espacios, el espacio virtual, y la re-plantemiento de conceptos fundamentales como el tiempo y la realidad. Algunas de estas nociones las he trabajado también, a partir del ensayo, el video, la realidad virtual, la interactividad, el internet y el dibujo. La reflexión sobre estos temas en la actualidad es de vital importancia, dado que cada vez más, la relación de lo maquínico, lo electrónico y ahora lo digital, en fusión con el tejido social devienen en procesos de cambio cultural y personal.

La humanidad, desde el principio de los tiempos, se ha caracterizado por la reflexión y el cuestionamiento sobre su condición de ser pensante y racional. Esta autoconciencia ha derivado, entre otras muchas cosas, en la necesidad de crear estructuras simbólicas, que más allá de la satisfacción de las funciones biológicas, cumplen la función de sustentar ontológicamente al hombre, estructuras que lo alejen del caos (el no ser absoluto) que representa lo desconocido.

El espacio desconocido que se extiende más allá de su mundo no cosmizado, extensión donde todavía no se ha proyectado orientación alguna, ni se ha deducido estructura alguna. Éste espacio representa para el hombre, el no ser absoluto, sí por desgracia se pierde en él, se siente vaciado de su sustancia óntica, como si se disolviera en el caos. (Mircea Eliade, en Lo sagrado y lo profano.)


A través de la historia se han creado variadas estructuras; las religiones, la filosofía y la ciencia, son las formas que han tenido más impacto en la sociedad, para ordenar el cosmos en algo asequible a nuestra comprensión. Estas estructuras están basadas generalmente en la necesidad de preguntarnos a nosotros mismos porque somos, la razón de la existencia humana, y la razón de nuestra existencia consiente, (nos hacemos estas preguntas por el simple hecho de que pensamos). En la modernidad, es la ciencia la que ocupa el lugar que antes pertenecía a las religiones.

El lugar de lo sagrado está muy bien definido en la Modernidad, tiene que ver con ese lugar que se abre, para que se refugie el pensamiento sagrado del hombre. La ciencia es el corolario de la Modernidad, porque es la forma en la que el hombre ocupa el lugar de Dios y se convierte en creador; la ciencia se vuelve el lugar donde se vuelca toda la fe de la humanidad, vivimos conscientes de que somos conscientes y confiamos en la ciencia para explicarnos nuestra realidad. La ciencia se vale del entorno, que ha llegado a comprender y a dominar, para dar explicaciones acerca de nuestra realidad. En el camino, se ha creado la civilización moderna, y los avances tecnológicos son sorprendentes. La fusión del hombre con la tecnología está cambiando la estructura psicológica, física y simbólica del individuo. Sin embargo hay algo que no se ha podido comprender y mucho menos replicar, la conciencia. Por lo tanto se sigue buscando este sustento del ser, en la incertidumbre, que solo se puede medir a partir de lo abstracto e intangible, la conciencia necesita volver a lo incierto porque ella misma es incierta.

En la antigüedad se crearon las mitologías más complejas, compuestas por dioses que regían al hombre y su entorno. El hombre se consideraba a si mismo, como una creación divina, y estaba sujeto a los designios  de los dioses. Por ejemplo: los griegos nacían bajo la mano de un dios en específico, y a él, le debían, no solo su devoción, sino su personalidad, sus virtudes y sus defectos.  No solo en la religión griega sino en todas, durante la antigüedad, el hombre operaba todas sus relaciones a partir de sus creencias, y no tenía responsabilidad directa de su existencia. Su vida y su destino ya estaban “escritos”. Una manera de mantener esta creencia que los sustentaba, era la posibilidad de entablar contacto con este espacio divino e intangible. A través de la historia, se han empleado miles de formas para entablar contacto con el mundo de los dioses. Los oráculos, funcionaban como la conexión entre el mundo divino y el terrenal. Esta conexión proveía una seguridad ontológica, porque en el momento en el que la magia se manifestaba (por magia, me refiero a la interpretación de signos), interpretaba su destino y  el individuo afirmaba su propia existencia,  se consideraba parte de un plan más grande que él, y le daba una explicación a su conciencia, (la de ser una creación divina). Todos los oráculos cumplían esta función, algunas más manipulados por intereses varios, que otros.

En la Modernidad, el hombre deja de considerarse un ser creado, y se convierte por primera vez en responsable de su existencia, que ya no se basa en el aparato teológico, sino en el individuo, la explicación de nuestra realidad la confiamos a la ciencia, pero la ciencia no ha logrado responder al porqué de nuestra existencia consciente, entonces el sustento ontológico lo encontramos, o no, en diversas manifestaciones de espiritualidad confusa. La sensación de incertidumbre que tanto aterra al hombre, esa sensación de inconmensurabilidad, es lo que sigue permitiendo el acto de fe hacia el oráculo, porque en esos momentos de dolor o sufrimiento, que es cuando la conciencia se hace más evidente, se acude a algo externo a ti que te da claridad. Al acudir a los oráculos ya sean modernos o antiguos, hay una confirmación de la existencia, ya que implica el reconocimiento de una situación y la decisión más sabia sobre esa situación. A eso, se le llama conciencia, ya que te hace tomar una posición de ti, contigo mismo.

El oráculo es el acto de sí mismo con la conciencia.

El proyecto a realizar para la tesis es un oráculo tecnológico que se activa por medio de constantes vitales y mediciones corporales, altura, temperatura, peso y presión ejercida en el sensor. Estas mediciones se harán a partir de sensores dispuestos en la instalación pero no visibles, A partir de los datos obtenidos se hara una lectura oracular específica para cada persona, y se reproducirá audio que este fincado en el espacio de representación del arte, (literatura, musica, poesía).  Falta explicar porque se finca en el arte  y explicar el porque de las constantes vitales.
El objetivo es envolver al espectador en un ambiente sagrado, donde pueda relajarse y su conciencia se pueda manifestar, para que se abra al cuestionamiento ontológico. Hay una silueta de una mano que se prende y se apaga invitando al espectador a colocar su mano ahí, el oraculo invita al espectador a relajarse y a pensar en una pregunta mientras coloca su mano en los sensores. La respuesta oracular será única para cada persona.
La finalidad es lograr articular, en la medida de lo posible, las líneas en que lo humano y lo artificial se interceptan, para asi conseguir un mayor entedimiento de nosotros, en relación con la naturaleza y los procesos de cambio cultural que devienen, garantizando más opciones para nuestra vida y permitiéndonos diseñar nuestros cuerpos y mentes, nuestro mundo y la dirección de la evolución de la especie.

La compeljidad de este proyecto me llevo a plantearme un anteproyecto, que será la pieza de octavo que es una máquina erótica, la cual consiste en: en una máquina compuesta por varias máquinas cuya función será unicamente el movimiento. Se activará por medio de sensores de proximidad; cuando una persona se acerque a ver la pieza, ésta no hara nada, simplemente continuará moviendose. Cuando el sensor no detecte a nadie dentro del perímetro se activará un audio, con pensamientos románticos que se iran tornando más sensuales. En cuanto la máquina vuelve a detectar una presencia, el audio se apaga y la máquina continua su trabajo.



Funcionamiento técnico:

 se plantea la intervensión de máquinas con movimientos visibles, por ejemplo; impresoras, escaner, etc. Por medio de incidir directamente en los chips que controlan dichos movimientos. Se anadirán componenetes como bombas peristálticas o bombas de fluidos para obtener una apariencia de funcionamiento orgánico, también se plantea intervenir los botones destinados a funciones básicas de los aparatos , como el botón de encendido y el botón resume en impresoras de inyección de tinta. Se acondicionarán partes estructurales de una máquina para acoplarse con otra y construir una máquina más compleja en apariencia

El control de los motores se logrará con un microcontrolador arduino y los drivers necesarios para controlar los diferentes tipos de motores presentes en la impresora, como motores DC y motores a pasos; el mismo microcontrolador se encargará de activar o reproducir sonidos o texto referentes al poema de Turing. Ya sea por medio de display o de impresión en papel.

La interactividad de la obra con el espectador se llevará a cabo inicialmente con un interruptor láser, este tipo de sensado de presencia, se irá complejizando a otros modos que permitan el reconocimiento de entornos mayores, por medio de sensores ultrasónicos o infrarojos, que le permitan más interacción con el público.





Por desarrollar:
·      Una forma de enfatizar la cercania que tienen el cuerpo humano con las maquinas es el paralelismo) con los fluidos corporales y los que se pueden encontrar en sistemas mecanicos.

·      A partir del texto que se va desplegando el poema de turing.

·      En el texto, a partir de tecnicismos emular la suavidad, a partir de esos tecnicismos es como se planteran los movimientos de la máquina.

[1] Cf. Karla Villegas, “El acuerdo en torno al two bitser: apuntes de un correlato filosófico frente al imperativo tecnológico”, en Ready Media. Hacia una arqueología de los medios. Laboratorio Arte Alameda, México, 2010.

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