Desde las tríbus más primitivas, se han recogido evidencias de la inquietud humana de conocer el destino. aunque parece probado que la preocupación se desarrolló más, al formarse las sociedades neolíticas. Las prácticas agrícolas, dependientes de la previsión climática, alentaron el saber premonitorio en mayor grado que la caza y la recolección.
El procedimiento más antiguo del que se tenga conocimiento, es la astrología, la cuál se comenzó a desarrollar en Mesopotamia. En paralelo al saber astrológico aparecieron las primerasa profecias, ligadas a la interpretación de los sueños. es fama que el arte de profetizar, lo inventó el legendario rey sumerio Enmendurana, antes del diluvio Universal. su nombre significa "jefe de los poderes de Duranki", que significa a su vez, el lugar donde se encuentran el cielo y la tierra (Enmendurana, servía como la conexión entre lo intangible y lo terrenal). Enmendurana está asociado con el Dios Sol, Utu, luego llamado Shamash. El mito cuenta que los dioses llamaron al cielo al rey, y le enseñaron el arte de la adivinación, a partir de la inspección del aceite en agua y a través de la disección del higado de animales. 
En aquella época, el don profético figuraba entre los atributos más preciados de un gobernante.
En todas las formas de adivinación aniguas, lo que les esperaba sólo podía decirlo un Dios, valiendose de signos convencionales conocidos por todos, o de la palabrade un profeta. en este último requisito reconocemos una característica de la indagación del futuro: la necesaria intervensión de un mediador. La adivinación y los conjuros para atraer la suertey alejar la desgracia, constituyen un dispositivo mental abocado a contolar y mitigar la ansiedad generalizada por un entorno incierto. el estudioso Fred C. Ikle atribuye a la predicción el valor práctico de servir de ayuda para superar una indesición, legitimando una elección o haciendola posible.
En las tribus del África Subsahariana, las artes adivinatorias poseen , además, una utilidad judicial. Quien sufría un daño, interroga al oráculo para identificar al responsable.
Se entiende que, pese a sus desaciertosm la práctica adivinatoria no decayese: a falta de mejor opción, los individuos se veían blogados a recurrir a ella, so pena de enfrentarse desnudos ante un mundo gobernado por el caos.
Oráculos griegos
Los griegos juzgaban a la humanidad dotada de una facultad para la adivinación , mantike. Esta capacidad de preveer era considerada sublime, y elevaba la naturaleza humana a lo divino. Su cultura incorporó la numerología. Basandose en estimaciones astronómicas, Pitagoras concluyeque las cifras encrraban la clave de acceso al porvenir. Sin duda algúna, el método adivinatorio más céebre era el oráculo. Institución, se practicaba en santuarios atendidos por sacerdotes (Delfos) y se centraba en la figura de la Pitonisa, una mujer a través de la cual, supuestamente, hablaban los dioses. Sus palabras se encadenaban de forma incoherente, siendo los sacerddotes quienes losinterpretaban con arreglo a los intereses de quién formulaba las preguntas.
Las adivinaciones griegas, reposaban en una inegable creencia en el destino. Como enseña el mito de Edipo, nadie puede escapar a sus designios.
Oráculos romanos
Los romanos continuaron las nociones griegas sobre el Destino y lo enriquecieron. El antecedente más antiguo es el libro de la Sibila, una colección de versos atribuidos a una mujer sabia, que vivó en tiempos remotos y adquerido por el rey Tarquino. El texto era consultado por altos funcionarios antes de que se acometiese cualquier acción política.
De la importancia de las prácticas adivinatorias entre los romanosson: el libro De Divinatione de Ciserón. En esta obra, el autor discute las ventajas y las desventajas de la adivinación. El Consejo de Augures, del cual él era parte, era una institución, y junto con la de los Arúspices, servía de medio para conocer la voluntad divina. Los augures se inclinaban en escrudiñar los signos del mañana en las aves, mientras que los arúspices, en cambio, preferían leer el firmamento. 
Al igual que en Grecia y Mesopotamia, se pensaba que el futuro estaba predeterminado. Daban por sentado que el porvenir existía cristalizado en la mente de los Dioses, como escenas visibles a los adivinos.
Los judíos
Al principio, la cultura judía no se diferenciaba de los mesopotámicos, pero las cosas cambiaron hacía el siglo II antes de cristo. El Apocalipsis, el texto bíblico recoge las visiones de los profetas, y las radicaliza, habla del inminiente final de los tiempos. W.H Auden, ha discernido las diferencias entre los distintos sistemas de adivinación:
Un oráculo o un chamán, es un oficial público acreditado, cuya autoridad espiritual es reconocida por todos. Recibe entrenamiento profesional.
Un profeta en cambio:
Es alguien llamado a predicar a los demás, un nuevo mensaje divino. Mientras que los chamanes y los oráculos son transmisores (conductos) un profeta, es un mensajero.
Los profetas hebreos hablaban del mañana con el fin de que su pueblo modificase su cultura presente. Creían que el futuro no estaba predeterminado, y que los humanos contribuían a darle forma definitiva. El adivino griego o romano no hablaba para instar al arrepentimiento y a la adopción de un nuevo curso de acción, sino con la intención de explicar a su interlocutor la inutilidad de intentar evadirse de su destino. En radical contraste, los profetas judíos, pretendían mostrar lo que haría Jehová.
La cultura judía se desmarco drasticamente de su entorno, apegado a una visión cíclica de la historia deudora, en gran parte, de las observaciones astronómicas y los ciclos astrales, de la luna y las estrella, de la repetición de las estaciones. Frente al resto de los pueblos, el judaísmo introdujo la linealidad temporal. La lectura del futuro fraguada en el medio pagano, imponía al destinatario la recepción pasiva de los presagios; como mucho, le demandaba tributos y rituales para aplacar a los dioses. En contraste, el judaísmo proponía la acción inmediata como respuesta y garantía de sobrevivir al fin del mundo. (¿nudos?)
Cristianismo
El profeta más importante es Jesuscristo. Pese a las diferencias, la nueva religión conservó gran parte de las concepciones judías , en particular la visión de la historia como un recorrido lineal iniciado en el Génesis y destinado a terminar con la liberación mesiánica que culminaría en el Juicio Final. 
Los únicos oráculos dignos de fé, eran las sagradas escrituras. Nadie tenía derecho a profetizar por cuenta propia, sino que Dios escogía. La estructura temporal sufrió un reajuste, estableciendose una jerarquía entre dos órdenes: por un lado, el mundo terrenal; por el otro, la eternidad, el entorno atemporal donde se alojaban los dioses y las almas.
A lo largo del Medievo, la Iglesia libró una guerra contra los profetas y adivinos, en quienes veía una amenaza subversiva a su dominio del presente. A fin de cuentas, gran parte de su poder se fundamentaba en el monopolio de la lectura del futuro.
Hay que aclarar que la hegemonía eclesiástica en la adivinación, no llegó a ser total. Sobre todo porque no daba respuestas a la necesidad de disipar las incertidumbres de la vida cotidiana. Por eso, la astrología no desapareció por completo de las naciones cristiana. Los árabes reintrodujeros en Europa las ideas babilónicas de la influencia astral en el destino humano. En el siglo X, el matemático Mohamed ben Djabir...
